miércoles, 5 de diciembre de 2012

Capitulo 32


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-Deberiamos tener una cita-
-podemos?
-Si podemos
-Ahora eres mi novio
-Ahora estoy feliz

Tu
7.2°C


La primera cosa que me dijó Justin al día siguiente fue: "Es hora de llevarte a una cita de verdad", bueno, en realidad lo primero que dijo fue: "Tu pelo esta muy desaliñado por la mañana." Pero la primer cosa lúcida que el dijo ( porque yo me negaba a creer que mi cabello parecía desaliñado por la mañana) fue la
declaración de la cita. 

Era un "día de trabajo" para los maestros en la escuela, así que teniamos el día entero para nosotros, lo que era indulgente de su parte. El dijo esto mientras agitaba un poco de avena y miraba sobre su hombro hacia la puerta principal. A pesar de que mis padres habían desaparecido muy temprano debido algún tipo de negocio de mi padre, Justin aún parecía preocupado de que ellos volvieran a aparecer y decidieran cazarlo. 

Me reuní con él en el mostrador y me apoyó en el, mirando hacia abajo al sartén, yo no estaba muy entusiasmada por la idea de la avena. Yo la había tratado de cocinar antes, y me había sabido muy. . . saludable. 

-Así que acerca de esta cita, ¿adónde me vas a llevar?, ¿algún lugar emocionante, como en medio del bosque?- El apretó su dedo en mis labios, justo donde comenzaban, el no sonrió.

-Sera una cita normal, con comida y mucha diversión-. Volví la cara para que su mano estuviera contra mi pelo. 

-Sí, suena a mucha diversión- le dije de manera sarcástica, porque él todavía no estaba sonriendo. 

-Yo no creí que hicieras algo normal-

 -¿Podrías pasarme dos platos?- dijo Justin. Los dejé en el mostrador y Justin dividió la avena entre los dos, estos liberaron un olor dulce. 

-Yo sólo quiero tener una verdadera cita, para que así tengas algo real para record-. . .- El se detuvo y miró hacia las copas, sus brazos se apoyaban en el mostrador, se encogió de hombros y finalmente se volvió para mirarme y dijo: -Quiero hacer bien las cosas contigo. ¿Podemos tratar de hacer algo normal?-

Con un movimiento de mi cabeza, acepte un plato y probé una cucharada, era todo de azúcar morena y sabía a especies. Señalé a la avena que cubría la cuchara de Justin, 

-no tengo ningún problema con hacer algo normal. ¡Esta cosa esta pegajosa!-

-Que ingrata eres- dijo Justin y miró tristemente a su plato.

-¿No te gustó ¿verdad?-

-Nooo… de hecho esta muy bien-. Justin respondió, -Jeremy solía cocinarlo para mí, claro, después de que superé mi fijación con el huevo.-

 -¿Tenías una fijación con el huevo?-, pregunte.

-Bueno, yo era un niño muy peculiar,- dijo Justin e hizo un gesto hacia mi tazón. 

-Si no te gusta, no tienes que comértelo. Cuando hayas terminado, nos vamos.-

 -¿A dónde?-

 -Es una sorpresa- respondió. 

Y eso fue todo lo que necesitaba escucha para que la avena se fuera de inmediato y después ya tenía mi gorro, abrigo y mochila en mano. Por primera vez en esa mañana, Justin se echó a reír, y yo estaba ridículamente feliz de oírlo. 

-Te pareces a un cachorro, como si al sonar mis llaves ya estuvieras lista, saltando por la puerta esperando para tu caminata.-

-¡Guau!- Justin me acarició la cabeza al salir y juntos nos aventuramos hacia la fría mañana. Una vez que estuvimos dentro de la bronco y ya en camino, lo presione de nuevo,

 -¿Así que no me dirás a dónde vamos?-

-No, lo único que te diré es que por favor pretendas que esto es lo que hice contigo el primer día que te conocí, en lugar de se recibir un disparo.-

-No tengo tanta imaginación- le dije.

-Yo sí, la imaginare por tí, con tanta fuerza que tú tendras que creerla-.El sonrió para demostrar que lo estaba imaginando, una sonrisa tan triste que me cortó la respiración. -Voy a cortejarte como es debido, para que mi obsesión contigo ya no parezca tan rara-

-Pareciera que la mía es la que es rara.- Miré por la ventana mientras nos alejábamos de la entrada. El cielo estaba liberando lentamente un copo de nieve, uno después de otro. -Yo tengo. . . ya sabes, ¿cómo se llama eso? ¿él síndrome en que las personas se identifican con la gente que los ha salvado?-

Justin sacudió la cabeza y se volvió al lado opuesto de la escuela.

 -Tú estás pensando en el síndrome de Munchausen, donde la persona se identifica con su secuestrador.-

Yo sacudí la cabeza. 

-Eso no es. ¿Qué no el sindrome de Munchausen es cuando las personas inventan enfermedades para llamar la atención?-

-¿Lo es?- preguntó Justin. -A mí simplemente me gusta decir 'Munchausen, porque me siento como si realmente puediera hablar alemán- 

Yo me reí.

-Ulrik nació en Alemania - dijo Justin. -Él tiene toda clase de interesantes cuentos infantiles sobre hombres lobo.- El se volvió hacia la calle principal que atravesaba del centro de la ciudad y empezó a buscar un espacio para estacionarse. -Él dijo que había personas que eran mordidas por su propia voluntad, de vuelta en los viejos tiempos.-

Miré a Mercy Falls, a las tiendas, todas ellas tenían tonos marrón y gris, pero bajo el pesado cielo estas parecían aún más marrón y gris, y para ser Octubre, este se veía inquietantemente muy parecido al invierno. Ya no había hojas verdes en los árboles que crecían al lado de la calle, y algunos de ellos ya no tenían hojas por completo, se añadían al aspecto sombrío de la ciudad. Todo era igual, sin importar a donde mirara. 

-¿Por qué querrían hacer eso?- finalmente pregunte. 

-En los cuentos populares, ellos se convertían en lobos y robaban ovejas y otros animales, cuando la comida era escasa. Y algunos de ellos cambiaban por el simple placer de hacerlo.-  Estudié su rostro, tratando de leer su voz. 

-¿Hay algúna diversión en eso?- El apartó la mirada, yo pensé que era porque estaba avergonzado de su respuesta, hasta que me di cuenta de que en realidad estaba mirando sobre su hombro para aparcar en paralelo frente a una fila de tiendas. 

-Algunos de nosotros les gusta mucho, incluso les gusta más que ser humanos. A Shelby le encanta, pero como te he dicho antes, yo creo que su vida humana fue bastante horrible, así que. . . no lo sé. La mitad de mi vida que es el lobo, es una gran parte de mí ahora, y me es difícil imaginar la vida sin ella.-

-¿En un buen ó mal sentido?- pregunte.

Justin me miró, sus ojos mielados se fijaban en mí, como si me quisieran abrazar y retenerme. 

-Echo de menos ser yo, te echo de menos. Todo el tiempo.-

Dirigí mi mirada hacia mis manos.

 -No en este momento, no ahora.-

Justin se estiró a través del asiento y me tocó el pelo, pasó una mano hacia abajo hasta que atrapó sólo los extremos de este entre sus dedos. El estudió los cabellos, como si estos pudieran contener los secretos de mi en sus mechones castaños. Sus mejillas se enrojecieron ligeramente, él aún se sonrojaba cuando me decía un cumplido. 

-No- él admitió, -en este momento, ni siquiera puedo recordar como se siente ser infeliz.-

Por alguna razón esa declaración hizo que las lágrimas comenzaran a formarse en las esquinas de mis ojos, parpadeé, agradecida de que él aún estuviera mirando mi pelo. Hubo una larga pausa.

Él dijo: "Tú no recuerdas ser atacada."

-¿Qué?-

-Tu no recuerdas nada de cuando fuiste atacada, ¿verdad?-

Fruncí el ceño y saque mi mochila que estaba en mi espalda, sorprendida del abrupto cambio de tema. 

-No lo sé, tal vez. Para mí, fue como su hubieran sido una gran cantidad de lobos, más de los que yo creo que en realidad pudieron haber sido. Y luego, me acuerdo de tí, recuerdo que tu te quedaste atrás, y luego sólo tocaste mi mano- y Justin me tocó la mano, -y mis mejillas- él tocó mi mejilla, cuando los demás fueron duros conmigo, él no. -Supongo que querían comerme, ¿no es así? -

Su voz fue suave.

 -¿No recuerdas qué pasó después, cómo sobreviviste?-

Traté de recordar. Todo eran destellos de nieve, y rojo, y aliento en mi cara. Y luego mamá gritaba, pero debía de haber algo en medio de todo eso. De alguna manera debo de haber atravesado el bosque y llegado a la casa. Me traté de imaginar caminando, tropezando con la nieve. 

-¿Camine?-

El me miró, esperando a que yo respondiera mi propia pregunta.

-Yo sé que no lo hice, pero no puedo recordar. ¿Por qué no puedo recordar?-

Ahora estaba frustrada, con la incapacidad de mi propio cerebro de cumplir con su función. Parecía una simple solicitud, pero yo sólo recordaba el olor de Justin, Justin en todas partes, y luego el sonido familiar del pánico de mamá mientras luchaba por llegar al teléfono.

-No te preocupes por eso,- dijo Justin. -No importa-, pero de pronto pensé que en realidad si importaba.

Cerré los ojos, recordando el olor de los bosques de ese día y la sensación de traqueteo mientras me movía hacia la casa, unos brazos me apretaban. Abrí los ojos nuevamente.

 -¡Tú me cargaste!- 

Justin me miró bruscamente.

Todo estaba volviendo, en la forma en que recuerdas los sueños cuando tienes fiebre. 

-Pero eras humano- le dije. -Recuerdo haberte visto como un lobo, pero tú debiste haber sido humano para poder cargarme. ¿Cómo hiciste eso?- Encogió los hombros, impotente.

-Yo no sé cómo cambie, es lo mismo que paso cuando me dispararon, y yo ya era un humano cuando me encontraste-. Sentí algo aletear en mi pecho, la esperanza. -¿Puedes hacerte cambiar tú mismo?-


-No es así. Sólo han sido dos veces, y no he sido capaz de hacerlo otra vez, nunca, sin importar cuanto lo he deseado. Y créeme, lo he deseado mucho.-

Justin apagó la bronco con un aire de poner fin a la conversación, y yo metió la mano en mi mochila para sacar un gorro. Al salir del coche, me paré en la acera y esperé.

Justin llegó desde la parte trasera del coche y se detuvo cuando me vio.

 -¡Oh, Dios mío!, ¿qué es eso?-

Yo usé mi dedo pulgar y el dedo medio para señalar al pom-pom multicolor que cubría mi cabeza. 

-En mi lengua, lo llamamos un gorro, y mantiene a mis orejas calientes- 

-Oh, Dios mío- dijo Justin nuevamente, cerrando la distancia entre nosotros. Él tomó mi cara entre sus manos y me estudió. -Es terriblemente lindo.- El me besó, miró al sombrero, y luego me besó de nuevo.

Yo juré nunca perder el gorro de pom-pom. Justin aún sostenía mi cara, y yo estaba segura de que todos en el pueblo nos miraban ahora, pero yo no quería alejarme, y lo dejé que me besara una vez más, y esta vez fue suave como la nieve, apenas un toque, y entonces él me soltó y tomó en su lugar mi mano.

Me tomó un tiempo encontrar de nuevo mi voz, y cuando lo hice, yo no podía dejar de sonreír.

 -Está bien, ¿a dónde vamos?- Hacía mucho frío, así que yo sabía que teníamos que estar cerca, no podíamos quedarnos aquí por mucho más tiempo.

Los dedos de Justin estaban atados fuertemente con los míos. 

-Primero, a una tienda de _________. Eso es lo que un caballero de verdad haría.-

Me reí, completamente diferente a lo usual, y Justin se echó a reír porque, él lo sabía. Yo estaba borracho de Justin. Lo dejé que guiara por la calle, hasta el “Crooked Shelf”, una librería independiente, yo no había estado allí por casí un año. Al parecer era lago estúpido, teniendo en cuenta los libros que leía, pero yo era una hija con una muy limitada mesada, casi todos mis libros eran de la biblioteca.

-Esta es una tienda de __________ única, ¿verdad?- Justin abrió la puerta sin esperar a que pudiera responder. Una ola maravillosa de olor a libro nuevo salió corriendo, recordándome inmediatamente a la Navidad, mis padres siempre me compraban libros para Navidad. Con un melódico ding, la puerta de la tienda se cerró detrás de nosotros, y Justin soltó mi mano. 

-¿Y ahora a dónde quieres ir? Te voy a comprar un libro, sé que quieres uno.-

Sonreí al mirar las pilas, inhalando de nuevo. Cientos de miles de páginas que nunca habían sido tocadas, esperando por mí. Los estantes formaban un cálido, ambiente de madera clara, con montones de cubiertas de todos los colores.

El encargado de la tienda se encontraba detrás del pequeño cubículo en el cajero
sentado, haciendo caso omiso de nosotros, de ese mismo lado había una escalera cubierta con alfombra que se dirigía a mundos desconocidos.

-Yo podría vivir aquí-le dije.






viernes, 20 de julio de 2012

Capitulo 31


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Justin
11.7°C

Una vez que me dejé creer que Jeremy aún podría ser humano, la idea se apoderó de mí. Dormí mal, mi mente saltaba, pensando en todas las formas en que yo podría tratar de localizarlo. Las dudas también me llenaron la mente, podría haber sido cualquiera de los miembros de la manada el que hubiera tomado el correo o comparado la leche, pero no pude evitarlo, la esperanza le ganó a todos los demás pensamientos.

En el desayuno a la mañana siguiente, yo hablé con ___________ sobre su tarea de cálculo, que por cierto me parecía totalmente incomprensible, y acerca de su amiga rica e hiperactiva Rachel y acerca de que si las tortugas tenían dientes, pero en realidad en lo que estaba pensando era en Jeremy. Después de que deje a _________ en la escuela, intenté durante un breve momento fingir que no me dirigía directamente a la casa de Jeremy. Él no estaba allí. Yo ya lo sabía. Pero no perdía nada con ir y comprobarlo una vez más.


En el camino hacia la casa, me quedé pensando en lo que _________ había dicho la otra noche, acerca de la electricidad y la leche en el refrigerador. Tal vez, sólo tal vez, Jeremy estaría allí, para librarme de la responsabilidad de Jack y eliminar el insoportable peso de ser el último de mi especie.


Incluso si la casa estaba vacía, todavía podía conseguir algo más de ropa y mi otra copia de Rilke, y caminar por las habitaciones, oliendo los recuerdos de familia. Me acordaba de que apenas tres años atrás, de vuelta a cuando la mayoría de nosotros aún era capaz de volver a nuestra forma humana al primer beso de calor primavera. La casa estaba llena en ese entonces, Paul, Shelby, Ulrik, Beck, Derek, e incluso él loco de Salem era humano al mismo tiempo, el atravsar su locura con nosotros lo hacía parecer un poco más cuerdo.

Disminuí la velocidad en cuando me acerque a la casa de Jeremy, mi corazón saltó cuando vi a un vehículo en su entrada, y luego me sentí hundir cuando ví que era una desconocida Tahoe. Las luces del freno brillaban débilmente en el día gris, y yo bajé la ventana para intentar coger un poco de olor. Pero antes de que tomara algo, oí la puerta del conductor abrirse y cerrarse inmediatamente. Entonces, la brisa se dirigó directo a mí, el olor del conductor me llegó, limpio y vagamente ahumado.


Jeremy.

Aparqué la bronco del lado de la carretera y salté, sonriendo al mismo tiempo en que lo veía entrar por el lado de la camioneta. Sus ojos se abrieron aun más por un momento, y luego el sonrió también, una expresión que su sonrisa tomaba en su cara con facilidad.


- ¡Justin! -  La voz de Jeremy tenía algo raro, creo que era sorpresa. Su sonrisa se amplió.- Justin, gracias a Dios. ¡Ven aquí!-


Él me abrazó y me dio unas palmaditas en la espalda en esa delicada manera en que siempre se las arreglaba para hacerlo sin parecer cursi. Debió haberlo aprendido mientras era abogado, él sabía cómo agradarle a las personas. No pude dejar de notar que su cuerpo era más gordo, no de grasa. No sé cuántas camisetas debió haber tenido puestas debajo de su abrigo para conservar el suficiente calor para mantenerse humano, pero vi los colores de por lo menos dos.


-¿Dónde has estado?- preguntó.

-Yo. . .- Yo estaba a punto de contarle toda la historia en muy pocas palabras, desde que recibí un disparo, conocer a __________, ver a Jack, pero no lo hice. No sé por qué no lo hice. Claramente no era a causa de Jeremy, quien me observaba con seriedad, con sus intensos ojos azules. Era algo más, un extraño olor, débil, pero familiar, que estaba haciendo que mis músculos se apretaran y que mi lengua se pegara al principio de mi boca. Esto no era como debía de ser. No se suponía que me sintiera así. Mi respuesta fue más cuidadosa de lo que había previsto.


 -He estado por ahí. No por aquí. Tú tampoco estabas aquí, me di cuenta de eso.-


-No, - Beck admitió. Y se dirigió hacia la parte trasera de la Tahoe. Me di cuenta entonces que la camioneta estaba sucia, espesa con tierra. Una tierra que olía a algún otro lugar, esta cubría hasta las ruedas y se salpicaba a lo largo de las defensas. 


-Salem y yo estábamos en Canadá.-


Así que es por eso que yo no había visto a Salem recientemente. Salem siempre había sido algo problemático. Él no había estado muy bien como humano, por lo que tampoco estaba bien cuando era un lobo. Estaba seguro de que Salem era el que había arrastrado a _________ desde su columpio. La respuesta a cómo Jeremy había logrado un viaje en coche con él estaba más allá de mí entendimiento, y el por qué se las arregló a un viaje en coche con él estaba aún mas lejos.


-Hueles a hospital.-Jeremy me dijo mirandome fijamente. -Y además te ves terrible.-


-Gracias- le dije. Supongo que despues de todo se lo tenía que decir. Yo realmente no creía que el olor a hospital podría quedarse aún después de una semana, pero la nariz arrugada de Jeremy dijo lo contrario. 


-Me dispararon- finalmente le dije.


Jeremy pusó sus dedos sobre sus labios y habló a través de ellos.

-Dios. ¿Dónde? Espero que no sea en un lugar que me haga sonrojar-.

Yo hice un gesto hacia mi cuello.

-No es un lugar tan interesante.-

-¿Está todo bien? -preguntó.

Se refería a que si nosotros estábamos bien, A que si alguien sabía la verdad. Hay una chica y es increíble. Ella lo sabe, pero está bien. Probé esas palabras en mi cabeza, pero no había ninguna manera de hacerlas sonar bien. Yo solo seguía escuchando a Jeremy decirme cómo no podíamos confiar nuestro secreto a nadie, excepto nosotros. Así que simplemente encogí los hombros y dije.

-Estamos tan bien como siempre.-

Y entonces mi estómago se torció debajo de mí. El iba a oler a __________ dentro de la casa.


-Dios, Justin- dijo Jeremy. -¿Por qué no llamaste a mi celular cuando te dispararon?-

-Yo no tengo tu número, el del teléfono de este año-. Cada año teníamos nuevos teléfonos, ya que no los usábamos durante el invierno. Y por su rosotro paso una de las miradas que me disgustaban. Simpatía, No,
lástima. Yo fingí no verla. Jeremy buscó en su bolsillo y sacó un teléfono celular.


-Ten, toma esto. Es de Salem, pero él ya no lo va utilizar más-


-¿Ladra una vez para decir sí y dos veces par no?-

Jeremy sonrió.

-Exactamente. Como sea, este ya tiene mi número grabado. Úsalo, aunque tal vez le tengas que comprar un cargador-


Pensé que él iba a preguntarme en dónde había estado viviendo, yo no quería responderle así que en su lugar moví mi barbilla hacia la Tahoe.


-¿Así, que porqué traes toda esta suciedad? ¿Por qué hiciste el viaje?- le pregunte mientras le daba un golpe con mi puño a un lado de la camioneta, y para mi sorpresa algo golpeó en respuesta. Era más como un ruido sordo, como una patada.

Levanté una ceja.

-¿Es Salem aquí? - pregunte.

-El está de vuelta en el bosque. Cambió en Canadá el muy bastardo, yo tuve que traerlo de vuelta en esa forma, el cambia de piel como si pasara de moda. Y tú ya sabes que yo creo que está loco.- Jeremy y yo nos reímos de eso, como si fuera necesario decirlos. Miré de nuevo hacia el lugar donde yo había sentido el golpe. -Entonces, ¿qué es lo que esta golpeando?-

Jeremy alzó las cejas y respondió

-El futuro. ¿Quieres ver?-

Yo encogí los hombros y dí un paso atrás para que el pudiera abrir las puertas traseras. Si yo pensaba que estaba preparado para lo que estaba dentro, me equivoqué en cuarenta formas diferentes.

Los asientos traseros de la Tahoe estaban doblados hacia abajo para hacer más espacio, y en el interior se extendían tres cuerpos. Eran humanos. Uno de ellos estaba sentado con torpeza en el respaldo del asiento, uno más estaba acurrucado en posición fetal, y el otro estaba torcido junto a la puerta. Sus manos estaban fuertemente atadas.

Los mire fijamente, y el chico sentado en contra del asiento me devolvió la mirada, sus ojos inyectaban sangre, era de mi edad, ó tal vez un poco más joven. El color rojo se esparcía a lo largo de sus brazos, y ahora pude ver que se extendía en todo el interior del vehículo. Y entonces los olí: el olor metálico de la sangre, el olor a sudor y miedo, el olor a tierra que coincidía con la suciedad en el exterior de la Tahoe. Y el lobo, el lobo, en todas partes, Jeremy, Salem, y otros lobos desconocidos.

La chica que estaba hecha una bola se estremeció, y cuando miré de reojo al muchacho, que me miraba en la oscuridad, ví que estaba temblando también, sus dedos se cerraban y abrían en un nudo enmarañado de temor.


-Ayuda- dijo él.

Me caí hacia atrás, varios metros hacia la entrada, mis rodillas eran débiles debajo de mí. Me cubrí la boca y luego me acerque a mirarlos de nuevo. Los ojos del chico me suplicaban.

Yo estaba vagamente consciente de que Jeremy estaba cerca de mí, solamente observándome, pero yo no podía dejar de mirar a esos chicos. Mi voz no sonaba como la mía.


 -¡No, no! estos niños han sido mordidos. Jeremy, ellos han sido mordidos.-


Retrocedí, atando mis manos detrás de mi cabeza, pero despues dí media vuelta para mirarlos a los tres nuevamente. El chico se estremeció violentamente, pero sus ojos nunca dejaron de mirarme. 


-Ayuda-


-¡Oh, diablos, Jeremy!, ¿Qué has hecho? ¿Qué diablos has hecho?-

-¿Ya terminaste?- Jeremy me preguntó con mucha calma.

Me volví una vez más, apretando los ojos cerrados y abriendolos de nuevo.

-¿Terminar? ¿Cómo puedo terminar? Jeremy, estos chicos están cambiando-.

-No voy a hablarte hasta que hayas terminado- dijo él.

-Jeremy, ¿estás viendo esto?-

Me apoyé en la Tahoe, mirando a la chica, sus dedos estaban incrustados en la alfombra manchada de sangre. Tenía alrededor de dieciocho años, y tenía puesta una playera muy apretada. Yo retrocedí, como si eso los haría desaparecer. 


-¿Qué está pasando? - exigí.


En la parte trasera del coche, el chico comenzó a gruñir, empujando su cara a sus muñecas atadas. Su piel era oscura mientras él comenzó a cambiar. Me di la vuelta. Yo no podía ver. No quería recordar como eran los primeros días. 


Me limité a mantener mis dedos entrelazados detrás de mi cabeza y apreté los brazos contra mis oídos como un tornillo de sujeción, diciendo: ¡Oh infierno, oh infierno, infierno!, una y otra vez hasta que me convencí de que no podía oír sus lamentos. Ellos ya ni siquiera pedían ayuda, tal vez sabían que la casa de Jeremy estaba demasiado aislada como para que alguien pudiera oírlos. O tal vez ya se habían dado por vencidos.


-¿Me ayudarías a llevarlos a dentro? - Jeremy preguntó.

Giré hacia él, y ví a un lobo grande en una camisa, gruñiendo y comenzando a desatarse mientras que la chica gemía a sus pies. En un instante, Jeremy había saltado a la parte trasera de la camioneta, ágil y animal, y había tirado al lobo de espaldas. Agarró su mandíbula con una mano y miró directamente a los ojos del lobo. 


-Ni siquiera pienses en la luchar-  gruñó al lobo. - Tú no eres el que manda aquí- .


Jeremy soltó la boca del lobo, y su cabeza cayó a la alfombra con un ruido sordo, sin protestar. El lobo empezó a temblar de nuevo, preparándose para cambiar nuevamente.

Dios. Yo no podía ver esto, era tan malo como si me pasara de nuevo, sin saber nunca con certeza, que piel era la que llevaría puesta. Miré de nuevo a Jeremy.

-Tu hiciste esto a propósito ¿no es así?-

Jeremy se sentó en la puerta trasera como si no hubiera un lobo con espasmos detrás de él, ó una chica llorando a su lado. Y el otro, aún sin moverse. ¿Muerto tal vez? 


-Justin, este es probablemente mi último año. No creo que vaya a cambiar el próximo. Me tomó mucha concentración el cambio este año, mucha para mantenerme humano una vez que finalmente había cambiado.-


El vio que mis ojos miraban a los collares de diferentes colores en su cuello y asintió.


-Necesitamos esta casa, la manada necesita esta casa. Y la manada también necesita de protectores que aún puedan cambiar. Tú ya lo sabes y también sabes que no podemos confiar en los humanos. Nosotros somos los únicos que podemos protegernos.-


Yo no dije nada.

El suspiró profundamente.

-Este es también tu último año, ¿no es así, Justin? No pensé que fueras a cambiar en todo este año. Aún eras un lobo cuando yo cambió, y debió haber sido al revés. No sé por qué has tenido tan pocos años. Tal vez es por lo que tus padres te hicieron. Es una lástima, tu eres el mejor de ellos-


Yo no dije nada porque no tenía aliento para decirlo. Todo lo que podía pensar era en cómo se ella tenía el pelo con un poco de sangre. No me había dado cuenta antes porque tenía el pelo castaño oscuro, pero la sangre se había quedado ahí, formando un rígido remolino.


-¿Justin, quien se supen que cuidara de la manada?, ¿eh, Shelby? Tenemos que tener más lobos. Más lobos al principios de sus años, de esta manera esto no volverá a ser un problema hasta dentro de unos ocho o diez años-


Me quedé mirando a la sangre en su pelo. Mi voz era debil.

-¿Qué hay de Jack?- pregunte.


-¿El chico con la pistola?- Jeremy hizo una mueca. -Podemos agradecerles a Salem y Shelby por eso. Yo no puedo ir a buscarlo, hace demasiado frío. Él va a tener que encontrarnos. Sólo espero que no vaya hacer algo estúpido antes de que nos vea. Con suerte, el usara el cerebro que Dios le dio y se mantendrá alejado de la gente hasta que esté más estable-


Junto a él, la chica gritaba, en un tono alto y delgado, su lamento carecía de fuerza, y entre un temblor y el siguiente, su piel era azul crema y un lobo negro. Sus hombros se ondulaban, los brazos la obligaban a levantarse, hasta que hubo dedos patas donde habían sido dedos. Recuerdo el dolor tan claramente como si yo estuviera cambiando, el dolor de la pérdida. Sentí nuevamente la agonía de perderme a mí mismo. La parte que me hacía ser Justin y que pudiera recordar el nombre de __________.

Una lágrima se escapó de mis ojos al verla luchar. Una parte de mí quería sacudir a Jeremy por haberles hecho, mientras otra parte de mí estaba pensando en que Gracias a Dios, ________ nunca tuvo que pasar por esto.


-Jeremy- le dije, parpadeando antes de mirarlo. -Te vas a ir al infierno por esto-


Yo no espere a ver su reacción. Yo solo me aleje, deseando nunca haber venido.

Esa noche, al igual que todas las noches desde que la conocí, acurruqué a ____________ en mis brazos, escuchando a los movimientos amortiguados de sus padres en la sala. Ellos eran como pajaritos sin cerebro, revoloteando dentro y fuera de su nido en todas las horas del día o de la noche, ocupados en la construcción de su nido, y no se habían dado cuenta de que este ya había estado vacío por años.

Ellos también eran ruidosos, se reían, charlaban, hacían ruido con los platos en la cocina, aunque yo nunca había visto alguna evidencia de alguno de ellos cocinara. Eran como chicos de universidad que habían encontrado una bebé en una cesta y no sabía qué hacer con ella. ¿Qué tan diferente hubiera sido ________ si ella hubiese tenido a mi familia, a la manada? Si ella hubiera tenido a Jeremy.

En mi cabeza, escuché a Jeremy reconocer lo que yo me temía. Realmente era cierto, este era mi último año.
Respiré profundo, -El fin-. En realidad no lo dije en voz alta. Solo probe en mi boca la forma de las palabras. 


En la fortaleza que eran mis brazos, __________ suspiró y apretó su cara en mi pecho. Ella ya estaba dormida, a diferencia de mí, yo tenía que dormir con tallos de flechas envenenadas, __________ podía dormirse en un segundo, y yo la envidiaba. Todo lo que yo podía ver era a Jeremy y a esos chicos, un millar de distintas combinaciones aparecían ante mis ojos. Quería decirle a ___________ sobre ellos. Y despues no quería contárselo.

Me apenaba hablar de Jeremy, estaba dividido entre la lealtad a él y la lealtad a mí y hasta hoy nunca me había dado cuenta de que podrían ser dos cosas diferentes. Yo no quería que __________ pensara mal de él, pero yo también necesitaba confesárselo, un lugar en dond poner este insoportable peso que tenía en el pecho.


-Ya duérmete- ella murmuró, apenas audible enganchando sus dedos en mi camiseta, de una manera en que no me hacía pensar para nada en dormir. La besé con los ojos cerrados y suspire. Ella hizo un ruido de agradecimiento y susurró con los ojos todavía cerrados.


 -¡Shh! Justin. Sea lo que sea tendra que esperar hasta mañana. Y si no lo hace, entonces no vale la pena. Duérmete- 

Y solo porque ella me lo dijo. . . lo pude hacer.

viernes, 13 de julio de 2012

Capitulo 30


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Justin
5°C

-¿Te importa si pasamos por la casa de Olivia?- Preguntó _________ cuando subió al coche, y al entrar la acompañó una ráfaga de aire frío. Yo me refugie en el asiento del copiloto, ella me apartó y se apresuró a cerrar la puerta detrás. 


Después dijo, -Lo siento. Se enfrió mucho ¿no es asi? Como sea. . . de hecho no quiero, ya sabes, realmente entrar, sólo quiero parar por ahí. Rachel dijo que un lobo había estado merodeando alrededor de la casa de Olivia, así que quizás podríamos tomar un rastro cerca de allí ¿no crees?-


 -¡Hagamoslo! - le dije, tomando su mano de donde descansaba, le bese los dedos antes de regresarlos al volante. 


Me acomode en mi asiento y tome la copia de Rilke que había traído para leer mientras esperaba por ella. Los labios de __________ se levantaron un poco respondiendo a mi toque, pero ella no dijo nada y solo se retiró del estacionamiento. Vi su rostro, era firme en concentración, su boca formaba una firme línea y espere para ver si ella estaba dispuesta a decirme lo que tenía en mente. Cuando ella no lo hizo, yo cogió el volumen de Rilke y me acomode en mi asiento.


- ¿Qué estás leyendo?-  Preguntó _________, después de un larga pausa en silencio. 


Yo estaba bastante seguro de que la pragmática ________ no había oído hablar de Rilke. 


-Poesía- respondí. 


_________ suspiró y miró hacia el blanco y muerto cielo que parecía fuisionarse con el camino ante nosotros.


 -No entiendo a la poesía- ella pareció darse cuenta de que su declaración me podía ofender, porque se apresuró a añadir: -Tal vez solo he leído cosas equivocadas-


-Probablemente las esté leyendo mal - le dije.

Yo había visto la pila de libros de __________ ninguno era ficción, solo habían libros sobre las cosas, no acerca de cómo se describían las cosas. 


- Tienes que escuchar a la pauta de las palabras, no sólo a lo que están diciendo, como una canción- Cuando ella frunció el ceño, yo hojeé el libro y toda prisa me acerque más a su asiento, para que caderas se presionaran entre ellas.
Grace miró a la página.

 -¡Eso ni siquiera esta en Español! -


-Algunos lo están- dije. Suspiré, recordando. - Ulrik estaba usando a Rilke para enseñarme Alemán, y ahora yo lo voy a usar para enseñarte poesía-


 - Claramente es una lengua extranjera- dijo _________


 -Claramente-  estuve de acuerdo.- Escucha esto- empece - "Was soll ich mit meinem Munde? Mit meiner Nacht? Tag meinem MIT? Ich habe keine Geliebte, Haus kein, keine auf der Stelle lebe ich -


La cara de ______ era desconcertante. Ella se mordió el labio en lo que fue un gesto lindo pero algo frustrado. 


-Entonces, ¿qué significa?- preguntó. 


-Ese no es el punto. Lo importante es a lo que suena. No es sólo lo que significa.-


Se me hizo difícil encontrar palabras para expresar lo que yo quería decir. Lo que yo quería hacer era recordarle cómo se había enamorado de mí mientras era un lobo. Sin palabras. Solo viendo más allá del obvio significado de mi piel de lobo hacia lo que había dentro de mí y a lo que fuera que me hacía ser Justin, siempre. 


-Leelo de nuevo -dijo _______. Lo leí de nuevo. Ella golpeó sus dedos impacientemente contra el volante. --Parece triste -dijo. -Estás sonriendo, así que debo estar en lo correcto.-


 Pasé a la traducción. -Entonces, ¿qué haría yo con mis labios?, ¿con mi noche?, ¿con mi día? Yo no tengo. . . ¡Ahgr! No me gusta esta traducción. Voy a conseguir mi otra copia, la traere de la casa mañana. Pero estas en lo correcto, es triste-


-¿Me gane un premio?- preguntó. 


-Tal vez- le dije, y deslice la mano debajo de uno de la suya, entrelazando nuestros dedos. Sin apartar sus ojos de la carretera, ella levantó mis dedos y los llevo a su boca. Me besó el dedo índice y luego lo puso entre sus dientes, mordiendo suavemente. . . Ella volteó a verme, sus ojos sostenían un tácito desafió. Yo estaba completamente atrapado, quería decirle que se detuviera en ese momento porque necesitaba besarle. Pero en ese momento vi a un lobo. 


-_________ ¡Detente!, ¡Deten el coche! - Sacudió su cabeza, tratando de encontrar lo que yo había visto, pero el lobo ya había saltado la cuneta del lado de la carretera y se dirigía hacia el bosque. -___________, detente,- le dije. -Es Jack -


Ella pisó el freno, la bronco dio un fuerte golpe hacia adelante y atrás y después la guió hacia la orilla. Yo no espere a que el vehículo se detuviera. Apenas abrió la puerta salí tropezándome, mis tobillos gritaban mientras me golpeaba contra el congelado suelo. Busque entre el bosque que estaba frente a mí. Nubes de humo de olor agudo derivaban a través de los árboles, mezclados con densas nubes blancas que se esparcían por todas partes, alguien estaba quemando las hojas del otro lado del bosque. A través del humo, pude ver al lobo color gris azul, estaba vacilante en el bosque frente a mí, el no estaba seguro de se perseguido. El aire frío desgarraba mi piel, y el lobo me miró por encima su hombro. Ojos color hazel. Era Jack, tenía que serlo. Y entonces, se había ido, así como llego, sumergiéndose entre el humo. Salté detrás de él, tomando la zanja por el lado de la carretera de un solo salto y corrí a través de los fríos y duros bosques invernales, con los árboles a medio morir.

Mientras corría entre el bosque, oí a Jack delante de mí chocar con algo, estaba más interesado en escapar que de ser sigiloso. Podía oler el aroma a miedo, salía disparado delante de mí. El humo era más pesado en esta parte del bosque, y era difícil decir dónde terminaba este y el cielo comenzaba. Cubierto entre las ramas de los árboles, Jack era medio invisible delante de mí, más rápido y más ágil que yo debido a sus cuatro patas, y ademas era impermeable al frío. Mis dedos estaban medio adormecidos y me apuñalaba el dolor, el frío pellizcaba la piel de mi cuello y me revolvía el estómago Yo estaba perdiendo de vista al lobo delante de mí, pero el que tengo dentro parecía cada vez más cerca. 


-¡Justin!- gritó _______, tomandome por detrás de mi camisa, tirando de mí hasta detenerme, ella se lanzó a mi alrededor junto con su abrigo. Yo estaba tosiendo, mi respiración era jadeante y trataba de tragar al lobo que se levanta en mí. _____ me rodeó con sus brazos mientras yo me estremecia y dijo, -¿Qué estabas pensando? ¿En qué estabas. . .?- 


Ella no terminó la frase. Me llevó de vuelta a través del bosque, los dos tropezábamos, mis rodillas se doblaban. Disminuimos nuestro paso, sobre todo cuando llegamos a la zanja, pero ________ no vaciló, y se enganchó a mi lado, lanzandome hacia la bronco. En el interior, enterré mi fría cara en la caliente piel de su cuello y la deje envolverme con sus brazos, mientras yo temblaba incontrolablemente. Estaba muy consciente de las puntas de mis dedos, de cada pequeño pinchazo que contenía un dolor palpitante y de forma individual. 


-¿Qué estabas haciendo?- ________ exigió, apretándome lo suficiente para sacarme el aire. - ¡Justin, no puedes hacer eso! ¡Está helando allá afuera! ¿Qué pensaste que ibas a hacer?-


 -No lo sé - le dije en su cuello, mis manos formaron puños y las puse entre nosotros para obtener más calor. Yo no lo sabía. Yo sabía que Jack era un desconocido, y que yo no sabía qué tipo de persona era él, ó qué tipo de lobo era. -No le sé - le dije de nuevo.


-Justin, eso no vale la pena- dijo __________ y apretó aún mpás su cara contra mi cabeza. -¿Y si hubieras cambiado?- Tenía sus dedos apretados en las mangas de mi camisa, y su voz era ahora entrecortada. -¿Qué estabas pensando?- 


-No estaba pensando- finalmente le dije.  Me senté bien, finalmente el calor era suficiente como para dejar de temblar. Apreté mis manos contra los conductos de calefacción. - Lo siento - le dije. Por un largo momento, no hubo ningún sonido más que el desigual ruido del motor.


Entonces, _______ dijo: -Selena me habló el d día de hoy, ella es la hermana de Jack-. Hizo una pausa. -Ella dijo que había hablado con él.- Yo no dije nada, sólo acerque mis dedos aún más a las rejillas de ventilación como si físicamente pudiera tomar el calor. -Pero tú no puedes simplemente salir a correr tras él. Está haciendo demasiado frío, y no vale la pena el riesgo. Prométeme que no vas a hacer algo así otra vez-


Baje mi mirada. Yo no podía verla a los ojos cuando ella sonaba como lo hacía ahora. Yo le dije: -¿Qué pasa con Selena? Dime lo que ella te dijo.- 


_______ suspiró.


 -No lo sé. Ella sabe que Jack está vivo y cree que los lobos tienen algo que ver. Ella cree que yo se algo. ¿Qué debemos hacer?- Apoyé mi frente en mis manos. 


-Yo, no lo sé. Desearía que Jeremy estuviera aquí.- Pensé en los dos sobres que estaban solos en la caja de la oficina de correos y en el lobo del bosque, y en mi aún hormigueo en los dedos. Tal vez Jeremy estaba aquí. La Esperanza dolía aun más que el frío.


 Tal vez no era Jack a quien yo debería estar buscando.




domingo, 8 de julio de 2012

Capitulo 29


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Justin
12.3°C

Mientras que ________ estaba en la escuela, pasé mucho tiempo en el estacionamiento, pensando en la reunión con la hablantina de Rachel y preguntándome lo que ella quizo decir con el comentario sobre el lobo. Me debatí entre ir a cazar Jack ó no, pero quería escuchar primero lo que ________ se había enterando en la escuela, antes de ir a cualquier caza de gansos salvajes. Yo no sabía muy bien cómo ocupar mi tiempo. Me sentía como alguien quien tiene una hora hasta que su autobús y este no es realmente suficiente tiempo
como para hacer algo importante, pero tampoco es muy poco para sentarse y esperar.

El frío sutil detrás de la brisa me dijo que no podría aplazar el abordar mi autobús por siempre. Finalmente conduje la Bronco hasta la oficina de correos, yo tenía la llave del apartado postal de Jeremy, pero sobre todo, lo que yo quería hacer era evocar recuerdos y fingir que había topado con él de casualidad. 


Recordé el día en que Jeremy me había llevado allí para recoger mis libros para la escuela, incluso ahora podrá recordar que había sido un martes, porque en aquel entonces, los martes eran mi día favorito.  Siempre disfrutaba ir a la oficina de correos con Jeremy, para mí era una cueva de tesoros con filas y filas de pequeñas cajas cerradas que contenían secretos y sorpresas sólo para aquellos con la llave correcta. Con una claridad peculiar, me acordé de aquella conversación, incluso hasta la expresión en la cara de Jeremy: 


-Justin. ¡Vamos, ven vaquero!-


-¿Qué es eso?- le pregunte. 


Jeremy metió de nuevo su mano entre la puerta de vidrio, y saco una enrome caja. 


-Tú cerebro- respondió. 


-Yo ya tengo un cerebro.-


 -Si lo tuvieras, me habrías ayudado abrir la puerta.-


 Yo le lanzó una mirada oscura y lo dejó que tratara de empujar la puerta por unos momentos más antes de que pusiera mis brazos para ayudarle abrirla. 


-¿Qué es realmente?- pregunte. 


-Libros escolares. Vamos a educarte correctamente, para que no crezcas siendo un idiota.-


Recuerdo lo intrigado que estaba por la idea de que la escuela estuviera "en una caja", solo hacía fata añadir agua y Justin. El resto de la manada estaba igualmente de intrigada. Yo era el primero en la manada que fue mordido antes de terminar la escuela, por lo que la novedad de mi educación era fascinante para los demás. .
Durante varios veranos, estos se turnaron entre las masivas lecciones y el hermoso olor a tinta de libros nuevos. Ellos metian la información en mi durante tiempo completo, todo el día: Ulrik para matemáticas; Jeremy para historia, Paul se encargaba de vocabulario, y más tarde, me ayudaba con ciencia. 


Me gritaban preguntas de examen en la mesa durante la cena, inventaba canciones recordar a los presidentes muertos, y convirtió una de las paredes del comedor en una pizarrón gigante que siempre estaba ocupado con “palabras del día” y chistes raros que nadie entendía. Cuando yo termine con la primera caja de libros, Jeremy la empaco y otra caja de llego para tomar su lugar. Cuando no estaba estudiando en mi escuela de caja, estaba navegando por la Internet en busca de otro tipo de educación. Buscaba fotos de gente rara de circo y sinónimos para la palabra “sexo” y la respuestas al por qué cuando miraba las estrellas por la noche, sentía romper mi corazón con nostalgia.


Con la tercera caja de libros llegó un nuevo miembro de la manada: Shelby, una chica bronceada y esbelta, cubierto de moretones y tropezando bajo un fuerte acento sureño. Recuerdo a Jeremy decile a Paul: 


-Yo no pude dejarla allí. ¡Dios! Paul, no viste de dónde venía. Tú no viste lo que le estaban haciendo.-


Sentía pena por Shelby, que se había hecho a sí misma inaccesible a los demás. Yo había sido el único que había logrado flotar una balsa hacia la isla que era Shelby, persuadiendo las palabras fuera de ella y, a veces incluso una sonrisa. Ella era extraña, como un animal frágil que haría cualquier cosa para recuperar el control sobre su vida. Solía robar cosas de Jeremy, de modo que tendría que preguntarle en donde estaban, jugaba con el termostato para ver a Paul levantarse del sofá para arreglarlo, escondía mis libros para que pudiera hablar con ella en lugar de solo leer. 


Pero al final todo estábamos rotos en esa casa, ¿no? Después de todo, yo era el chico que no podía si quiera soportar el ver un baño. Jeremy había recogido otra caja de libros de la oficina de correos para Shelby, pero estos no significan lo mismo para ella como para mí. Ella los guardo hasta que se cubrieron de polvo y en su lugar solo se dedico a desarrollar más su comportamiento de lobo.


Ahora me encontraba aquí en la oficina de correos, me detuve frente al apartado postal de Jeremy, eral el número 730. Toqué la pintura descascarada de los números, el tres casi había desaparecido ya había pasado un largo tiempo desde que había venido aquí. Puse la llave en la caja, pero no pude darle la
vuelta. ¿Acaso era tan malo que deseara esto con tanta fuerza, Una vida ordinaria llena de ordinarios años con ________, un par de décadas de darle vuelta a las llaves en cajas de apartados postales y recostarme en la cama, e incluso adornar los árboles de Navidad en invierno? 


Y ahora yo estaba pensando de nuevo en Shelby, y el pedaazo de esa memoria era agudo como el frío, junto a los recuerdos de ________. Shelby siempre había pensado que mi apego a la vida humana era ridículo. Yo todavía recordaba la peor pelea que habíamos teníamos al respecto. No era la primera ni la última, pero la más cruel. 


Estaba acostado en mi cama, leyendo un ejemplar de Yeats que Ulrik me había comprado, y Shelby saltó sobre el colchón y saltó entre las páginas del libro, arrugandolas bajo sus pies descalzos. 


-Vamos a escuchar los aullidos de lobo que encontré en línea- dijo ella. 


-Estoy leyendo - le respondí. 


-Lo mío es más importante - dijo Shelby, elevándose por encima de mí, los dedos de sus pies arrugaban aún más las páginas. -¿Por qué te molestas en seguir leyendo eso?- Ella hizo un gesto a la pila de libros de texto que estaba sobre la mesa al lado de mi cama. -No vas hacer nada de eso cuando crezcas. No vas a ser un hombre, seras un lobo, por lo que deberías estar aprendiéndote cosas de lobo.-


-Cállate- le dije. 


-Bueno, es verdad. Tú no vas a ser Justin. Todos esos libros son un desperdicio. Tu serás un macho alfa. Leí acerca de eso. Y yo seré tu pareja, la hembra alfa. -


Su rostro estaba emocionado, enrojecido. Shelby no quería nada más que dejar su pasado atrás.
Arranqué a Yeats de debajo de sus pies y alisa la página.

 -Yo voy a ser Justin. Yo nunca dejare de ser Justin-


-¡No los serás!- La voz de Shelby iba en aumento. Saltó de la cama y empujó la mi pila de libros, miles de palabras se estrellaron contra el piso. - ¡Solo estas fingiendo! Nosotros no vamos a tener nombres, ¡sólo seremos lobos! -


 Yo le grité: -¡Cállate, todavía puedo ser Justin cuando soy un lobo!-


 Y entonces Beck irrumpió en la habitación mirando la escena en su manera silenciosa: mis libros, mi vida, mis sueños, se extendían bajo los pies de Shelby, y yo en mi cama, aferrado a mi copia de Yeats que estaba en mis manos arrugada. 


-¿Qué está pasando aquí? -dijo Jeremy. Shelby me señaló con el dedo. 


-¡Dile, dile que el no va volver a ser Justin, cuando seamos lobos. No puede serlo. Ni siquiera sabra su nombre! Y yo no sere Shelby.-


Ella estaba temblando, furiosa. La voz de Jeremy era tan silencioso que apenas podía oírla. 


-Justin siempre será Justin - dijo él.


 El tomó a Shelby por su brazo y la hizo marcharse de la habitación, sus pies resbalaban en mis libros. Su rostro se notaba sorprendido, Jeremy se había cuidado de no poner la mano sobre ella desde que había llegado. Yo nunca lo había visto tan enojado. 


-¿Nunca te atrevas a decir algo diferente Shelby. O te llevaré de vuelta de donde viniste. Yo te llevaré de vuelta.-


 En el pasillo, Shelby comenzó a gritar, y no se detuvo hasta que Jeremy cerró la puerta de su dormitorio. El regresó a mi habitación y se detuvo en la puerta. Yo estaba lentamente apilando de nuevo mis libros en el escritorio. Las palabras temblaban en mis manos mientras lo hacía. Pensé después en Jeremy , despues me di cuentra de que no habia muchos lugares donde un hombre lobo podía ir. Más tarde, oí Ulrik y Beck hablaban, 


-Eres demasiadoduro con Shelby, - dijo Ulrik. -Ella tiene un punto. ¿Qué es lo que crees que el va a hacer con el aprendizaje de todo este maravilloso libro, Jeremy? No es como si alguna pueda ser como tú.- Hubo una larga pausa y Ulrik dijo, - ¿Qué no puedes estar sorprendido. No hace falta ser un genio para entender lo que estás pensando. Pero, dime, ¿cómo crees que Justin iría a la universidad? - Otra pausa. 


Jeremy dijo: - la escuela de verano. Y algunos créditos en línea. - y luego escuche -¿Quieres decirle tu que renuncie? - .


-No estoy diciendo que él deje ó que renuncie.-


-Justin no hace nada que no quiere. Quiere aprender. Es inteligente. -


 -Jeremy, ¿Vas a hacerle desgraciado, tu no le puedes darle todas las herramientas para triunfar, para luego no utilizar ninguno de ellas. Shelby estaba en lo correcto. Al final, somos los lobos. Puedo leerle poesía alemana y Paul se le puede enseñar acerca del pasado y podemos tocar a Mozart para él, pero al final, es una noche larga y fría y los bosques son de nosotros-


Jeremy hizo otra pausa antes de responder en tono cansado.


 -Déjame en paz, Ulrik, ¿de acuerdo? Déjame en paz -


Al día siguiente, Jeremy me dijo que no tenía que hacer mi tarea si no quería. Esperé hasta que se fue, y luego hice el trabajo, de todos modos. 


Ahora, yo deseaba más que nada de lo que Jeremy estuviera aquí conmigo. Giré la llave en la cerradura, sabiendo lo que podía encontrar un paquete de sobre y, probablemente, una hoja para recolectar más en la oficia postal. Pero cuando abrí la caja, había sólo dos cartas y algunos volantes basura. 


Alguien había estado aquí. 
Recientemente.




sábado, 7 de julio de 2012

Capitulo 28



Tu
 9.5°C

La escuela parecía como un planeta alienígena en lunes. Me tomó un largo momento el poder sentarme delante del volante de la bronco, mirando a los estudiantes en las aceras, y los coches circulando en el estacionamiento y los autobuses perfectamente alineados en sus lugares, me dí cuenta de que la escuela no había cambiado. Yo lo había hecho. 


- Tienes que ir a la escuela -dijo Justin, y si yo no lo hubiera conocído lo suficiente, no habría escuchado la leve nota de esperanza con la que lo dijo. Yo me preguntaba a dónde iría él, mientras yo estaba sentada en clase. 


-Ya lo sé- le contesté, con el ceño fruncido mientras miraba a los suéteres y bufandas multicolores que merodeaban la escuela, la evidencia de que el invierno se acercaba. - Es solo que esto parece tan...- Lo que parecía era irrelevante, desconectado de mi vida. Era difícil recordar por que era importante el estar en un aula con un montón de notas que no tendrían sentido para el próximo año.


A mi lado, Justin saltó en sorpresa cuando la puerta de mi lado se abrió de repente. Rachel subió a la Bronco cargando su mochila, empujándome a través del asiento para hacerse espacio a sí misma. Cerró la puerta y dejó escapar un profundo suspiro. El coche parecía muy completo con ella adentro.


 -Bonita camioneta.-Ella se inclinó y miró a Justin. 


-¡Ooh!. . . un chico. ¡Hola, chico! ________, estoy muy. . .hiperactiva. ¡Café! ¿Estás enojada conmigo? - 
Me recosté en el asiento en sorpresa, parpadeando.


 - ¿No?- respondí yo


-¡Que bien! Porque cuando nunca llamaste, pensé que o bien habías muerto o estabas enojada conmigo. Y obviamente no estás muerta, así que pensé que era lo otro.-  Ella puso sus dedos sobre el volante. -Pero tu estás molesta con Olivia, ¿verdad?-


 - Sí - le dije, aunque no estaba seguro de que aún era cierto. Yo recordaba por qué habíamos peleado, pero realmente no podía recordar porque eso había sido importante. -No. . . No lo creo. Fue algo estúpido.- Corregí. 


-Sí, eso pensé -dijo Rachel. Se inclinó hacia adelante y apoyó su barbilla en el volante para que así pudiera mirar a Justin. -Entonces. . . muchacho, ¿por qué estás en el coche de __________?


Aunque trate de evitarlo, sonreí. Yo sabía que lo que era Justin debía ser un secreto, pero Justin por sí mismo no tenía porque serlo, ¿verdad? De repente, tuve la necesidad de que Rachel lo aprobara. 


-Sí, muchacho. . .- le dije, estirando mi cuello para poder ver a Justin a mi lado. Llevaba una expresión que estaba entre la diversión y la duda. - ¿Por qué estás en mi coche? - pregunté bromeando. 


-Estoy aquí por interés visual - dijo Justin. 


-Wow -respondió Rachel. -¿A a largo ó corto plazo?- preguntó. 


-Mientras sea interesante.- El volvió la cabeza en mi hombro por un momento, en un gesto de afecto que no necesitaba de palabras. Yo trate de no sonreír como una idiota.


-Oh, es así, ¿verdad? Bueno. . . entonces, yo soy Rachel, y soy hiperactiva, y yo soy la mejor amiga de _________" dijo ella, y extendió la mano hacia él. Llevaba unos guantes de colores del arco iris sin dedos, que se extendían hasta los codos. Justin le estrechó la mano.

-Justin -


-Gusto en conocerte Justin. ¿Tu vienes a esta escuela?- Cuando él movió su cabeza, Rachel me tomó de mi mano y dijo: - Sí, no lo creía. Pues bien, voy a robarme de tu lado a esta agradable persona y la voy  a llevar a clase porque vamos a llegar tarde y tengo un montón de cosas que hablar con ella y ella se perdió de una enorme cantidad de cosas freaky de lobo, porque ella no está hablando con su otra mejor amiga. Así que como puedes ver tenemos que irmos. Te diría que no soy normalmente así de hiperactiva, pero si lo soy.
¡Vamos, ___________! -


Justin y yo intercambiamos miradas, sus ojos fugazmente preocupados, y luego Rachel abrió la puerta y me sacó. Justin se sentó al volante, por un segundo pensé que me daría un beso de despedida, pero en su lugar que miró y a Rachel antes de descansar sus dedos en mi mano por un momento. Sus mejillas eran rosadas.
Rachel no dijo nada, pero me dio una sonrisa de travesura antes de tirar de mí hacia la escuela. Se balanceó de mi brazo. 


-Así que. . . por eso es que no me has llamado, ¿eh? El chico es super apuesto. ¿Es educado en casa? - Mientras ella me empujaba a través de las puertas de la escuela, miré por encima de mi hombro hacia la bronco. Vi a Justin levantar una mano en forma de saludo antes de empezar a retirarse del estacionamiento. 


-Sí, algo así- le dije. -Te contaré más después. Primero ¿Qué es lo que pasa con los lobos? -


Rachel dramáticamente agarró sus brazos alrededor de mis hombros.

-Olivia vió uno. Fue hasta su porche y había marcas de garras, _________. ¡En la puerta! Eso es aterrador-


Me detuve en medio del pasillo, los estudiantes detrás de nosotros hacían ruidos de irritación y empujaban a nuestro alrededor.


 Le dije: -Espera, ¿en la casa de Olivia?-


-No, en la de tu madre- Rachel sacudió la cabeza y se quitó sus guantes de arco iris. -Sí, en la casa de Olivia. Si ustedes dos dejaran de pelear te lo podría decir ella misma. ¿Porqué están peleadas, de todos modos? Me duele ver a mis amigas no llevarse bien entre ellas.-


-Ya te lo dije, solo fue algo estúpido - le repetí. Yo quería que dejara de hablar para que pudiera tratar de pensar sobre el lobo en la casa de Olivia. ¿Acaso era Jack otra vez? ¿Por qué en casa de Olivia?

-Bueno, pero necesito que ustedes se lleven bien otra vez porque quiero que las dos me acompañen a las vacaciones de Navidad. Y no es tan lejos para eso. Quiero decir, realmente no lo es una vez que comienzas a planear las cosas. ¡Vamos, __________ solo dí que sí!- Rachel gritó.

-Tal vez.- En realidad lo del lobo en casa de Olivia no era lo que molestaba, sino las marcas de garras. 


Necesitaba hablar con Olivia y averiguar cuánto de esto era real y cuánto era el amor de Rachel por una 
buena historia.


-¿Esto se trata del chico? ¡Él puede venir también! Realmente no molesta - dijo Rachel.

El pasillo se fue vaciando lentamente, la campana sonó.

 -¡Lo hablaremos más tarde!-


Le dije, y me apresuré junto con Rachel a la primera clase. Allí encontré mi lugar de siempre y empecé a ordenar mi tarea.

-Tenemos que hablar-

Levnté mi atención al sonido de una voz completamente diferente, era Selena Gomez. Ella deslizó sus tacones de corcho gigante hacia el resto del camino a mi escritorio y se inclinó hacia mí, su de perfecto cabello enmarcaba su rostro como anillos brillantes.


-Estamos en medio de la clase en este momento, Selena,- le dije, señalando a los anuncios de la mañana que aparecían en la TV al frente de la clase. 


La profesora ya estaba también al frente de la clase, inclinada sobre su escritorio. Ella no estaba prestando atención, pero aún así no me entusiasmaba la idea de tener una conversación con Selena. En el mejor de los casos, ella necesitaría ayuda con su tarea o algo, yo tenía una reputación de ser bueno en matemáticas, por lo que era una posibilidad.


En el peor de los casos estaba el que ella quisiera hablar sobre Jack.

Justin me había dicho que la única regla que ellos tenían era que no hablaban de los hombres lobo con extraños. Y yo no estaba a punto de romper esa regla. La cara de Selena era todavía expresiva, pero vi una tormenta destruir a pequeños pueblos a través de sus ojos. Ella miró hacia el frente del salón y se acercó a mí. Olí su perfume de rosas y verano en este frío de Minnesota. 


-Sólo tomará un segundo-dijo ella.

Miré a Rachel, quien tenía el ceño fruncido hacia Selena. Yo realmente no quería hablar con Selena. Yo realmente no sabía mucho sobre ella, pero si sabía que era una peligrosa chismosa y que podría rápidamente reducir mi posición en la cafetería de la escuela a un campo de tiro al blanco. Yo no trataba realmente de ser popular, pero me acordé de lo que le había sucedido a la última chica que había conseguido interponerse en el lado malo de Selena. Ella todavía estaba tratando de salir del rumor que envolvía al equipo de futbol y aun baile exótico privado


.-¿Por qué?- pregunte temerosa.


-En privado -susurró Selena.  -Del otro lado del salón-

Puse los ojos en blanco y salí de mi escritorio y de puntillas por la parte trasera del salón. Rachel me dio una breve mirada dolorida, estaba segura de que yo llevaba una a juego. 


-Dos segundos. Eso es todo- le dije a Selena mientras me guiaba a través del pasillo hacía un aula vacía. El panel de corcho en la pared de enfrente estaba cubierta de dibujos anatómicos, alguien había puesto un tanga sobre una de las figuras.


-Sí. Como sea. -Cerró la puerta detrás de nosotros y me miró como si yo espontáneamente fuera cantar o algo así. Yo no sabía porque o a que estaba esperando ella. Me crucé de brazos. 


-Está bien. ¿Qué es lo que quieres?- pregunté. Yo pensaba que estaba preparada para todo, pero cuando ella dijo:


-Mi hermano, Jack -mi corazón casi se salía de mí pecho. Yo no le dije nada. -Lo vi mientras corría esta mañana.- Tragué saliva. 


-¿Tu hermano?- Selena me señaló con su uña perfecta, más brillante que el cofre de la bronco. Sus rizos se movían. 


-¡Oh, no me des esa mirada! He hablado con él. No está muerto.- Brevemente luché contra la imagen de Selena haciendo ejercicio. Yo no podía imaginarmelo. Tal vez quería decir que estaba corriendo tras su Chihuahua.


-Um. . .- Selena insistió. -Había algo mal con él. Y no me digas " Eso es porque está muerto." Porque no lo esta.-


Algo acerca de la personalidad encantadora de Selena, y tal vez el hecho de que yo sabía que Jack en realidad si estaba vivo, hizo muy difícil que me simpatizara con ella. Le dije: 


- Selena, me parece que no me necesitas para tener esta conversación. Estás haciendo un gran trabajo por tí misma.-


-¡Cállate!- dijo Selena, lo que sólo apoyaba mi teoría. Yo estaba a punto de decírselo, pero sus siguientes palabras me pararon en seco. -Cuando vi a Jack, dijo que en realidad nunca había muerto, y luego empezó a retorcerse y dijo que tenía que irse en ese momento. Cuando traté de preguntarle lo qué estaba mal con él, dijo que tu sabías-

Mi voz salió un poco más ahogado de lo que planeaba.

-¿Yo?-Pero recordé sus ojos me imploraban mientras estaba atrapado debajo de la loba. Ayudame. Él me había reconocido.

-Bueno, no es relamente una sorpresa, ¿no es así? Todo el mundo sabe que tú y Olivia Marx son fanáticas de los lobos, y claramente esto tiene algo que ver con ellos. Así que, ¿qué es lo que pasa __________?-

No me gustaba la forma en que ella formulaba la pregunta, como si tal vez ya supiera la respuesta. La sangre corría en mis oídos, yo estaba me sentía fuera de mi cabeza. 


-Mira. Estás molesta, lo entiendo. Pero en serio, busca ayuda. Déjame y a Olivia fuera de esto. No sé lo que viste, pero no era Jack.-


La mentira dejó un mal sabor en mi boca. Pude ver el razonamiento detrás del secreto de la manada, pero Jack era el hermano de Selena. ¿Acaso ella no tenía derecho a saberlo?

-Yo no estoy viendo cosas- Selena gritó cuando abrí la puerta. -Yo voy a encontrarlo de nuevo. Y yo voy a averiguar cual es tu parte en todo esto-


"-Yo no tengo una parte -le dije. -Solo me gustan los lobos. Y ahora tengo que regresar a clase -


Selena se quedó en la puerta, viendo como me alejaba, y yo me preguntaba qué, al comienzo de todo esto ella había pensado que le iba a decir algo. Parecía casi abandonada, o tal vez sólo era un acto.
En cualquier caso, le dije:

-Selena, solo pide ayuda -


Se cruzó de brazos.


 - Yo pensé que eso era lo que estaba haciendo -


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Bueno chicas como podemos leer ya aparecio Selena en la escena, ella tendra el pelo rubio y quedaria viendose asi como en la foto de arriba. Lo se, se ve rara pero asi sera su personaje.